
El apagón digital de una ciudad clave: Getafe
No es que sea difícil de entender, es que no hay quien entienda cómo una de las ciudades más importantes del sur de Madrid, con más de 185.000 habitantes, una universidad, un tejido empresarial en constante crecimiento y una historia de peso dentro de la Comunidad, puede sufrir problemas de conectividad propios de zonas rurales aisladas. Y no en puntos aislados, en todos los barrios, y en el centro, punto neurálgico, hay zonas verdaderamente negras donde ni llamar se puede.
En 2025, momento en el que todas las administraciones presumen de digitalización, de 5G y de fibra ultrarrápida, en calles y barrios de Getafe resulta milagroso hacer una llamada; y, si se consigue semejante hazaña, habrá que encomendarse a no sabemos qué para que no se corte. Porque en eso sí que no hay fallo: se corta.
En el mismo centro de la ciudad es del todo imposible establecer contacto, ni en el Ayuntamiento, donde cualquiera puede necesitar llamar, consultar cualquier asunto sobre trámites que tenga que llevar a cabo en el momento. ¿Hay que sentarse y esperar a..? ¿A qué? Esa es la pregunta y urge. No es una cuestión política ni de pensar igual o pensar distinto, es una cuestión de necesidades y una cuestión que durante años se repite. No es ciencia ficción, ni un relato. Es la pura verdad, que diría y dijo Dickens.
Una madre va al centro a realizar una gestión y desde el colegio necesitan contactarla porque su hijo se ha puesto enfermo o se ha caído o tiene una crisis de pánico, es igual. Algo urgente o incluso muy urgente. Si la gestión de la madre se demora un tiempo, y no hay otra persona a la que llamar, ¿qué hace el colegio? ¿Y si es grave? Y no, no vale el argumento de que antes no teníamos móvil y vivíamos igual. No vivíamos igual.
Por si quedan dudas acerca de la importancia y la urgencia del tema: solo hay que recordar el confinamiento. Trasladémoslo al presente y pongámonos a trabajar, asistir a clase online. Porque en todos los barrios hay puntos completamente carentes de cobertura. Y lo peor es que no es nuevo, lleva años ocurriendo, años de respuestas ambiguas o directamente sin respuestas. Afecta a barrios enteros y llega a afectar a zonas estratégicas.
Da igual la compañía telefónica que se tenga, todas comparten la misma deficiencia cuando de Getafe se trata. El Bercial, Buenavista o parte de Los Molinos, zonas de reciente expansión donde se podía presuponer que no habría problemas de conectividad, tienen igualmente problemas.
Mientras tanto, el Ayuntamiento sigue sin tomar cartas en el asunto, como si fuera un asunto menor, una bobería, un antojo ciudadano eso de poder usar el móvil.
Y no es solo, que ya es mucho, que afecte a la vida cotidiana, es que afecta a las empresas, y muchas dependen de una conexión estable para su actividad y su productividad.
La conectividad en una sociedad que ya es digital, no es un lujo ni un tema que pueda esperar, es una necesidad básica. Y urgente.